S. Francisco Javier

Publicado por Silvia RB El 03 diciembre 2014 0 comentarios
“Quiso Dios con su acostumbrada misericordia acordarse de mí, y con grande consolación interior sentí y conocí su santísima voluntad que me encamisase a las partes de Malaca… Espero en Dios nuestro Señor que en este viaje me ha de hacer mucho favor; pues con tanto contento de mi alma y espiritual consolación, me hizo merced de darme a entender su santísima voluntad…Estoy tan determinado a cumplir lo que Dios me dio a entender en mi alma, que a no hacerlo me parece que iría contra su santísima voluntad, y que ni en esta vida ni en la otra me haría merced. Y si no hubiera barcos portugueses para Malaca en este año, me iría con algún navío de moros o de gentiles. Tengo tanta fe en Dios nuestro Señor, por cuyo amor únicamente emprendo este viaje, que si no hubiera este año en la costa navío alguno para viajar, y partiese tan sólo un cataramán (una balsa o junco), me iría en él confiadamente, puesta toda mi confianza en el Señor. Por amor y servicio de Dios os ruego, carísimos hermanos en Cristo, que en vuestros sacrificios y continuas oraciones os acordéis de mí, pecador, y me encomendéis a Dios” (Carta 51, n. 1, 2. A los PP. Diego y Pablo de Goa. Meliapur, 8-5-1545).



¡Oh Dios mío! Yo os amo; y no os amo porque me salvéis, o porque castiguéis con fuego eterno a los que no os aman. Vos, vos, Jesús mío, habéis abrasado todo mi ser en la Cruz; sufristeis los clavos, la lanza, las ignominias, innumerables dolores, sudores, angustias, y la muerte: y esto, por mí y por mí pecador. ¿Por qué, pues, no te he de amar, oh Jesús amantísimo? No porque me lleves al cielo, o porque me condenes al infierno, ni por esperanza de algún premio; sino así como vos me amasteis, así os amo y os amaré: sólo porque sois mi Rey y sólo porque sois mi Dios. Amén.

0 comentarios por S. Francisco Javier