La palabra SÍNODO viene del griego “sin” que quiere decir con, y de “odos”, que quiere decir camino. Se trata pues, de hacer un camino común, de “caminar juntos”.
Un Sínodo Diocesano es la mejor manera para que la Iglesia, Pueblo de Dios, sea llamada a entregar su aporte a la conducción pastoral de la Diócesis, buscando realizar de la mejor manera posible la misión evangelizadora que siempre ha llevado a cabo bajo la conducción de su Pastor y en espíritu de comunión y de corresponsabilidad.
En nuestro caso será toda la Iglesia Diocesana de SANTIAGO DE COMPOSTELA la que, iluminada por el Espíritu Santo, hará una experiencia de caminar juntos para conocer, reflexionar, discernir y proponer caminos de acción para cumplir esta tarea evangelizadora, como auténticos discípulos y como verdaderos misioneros de Jesucristo, Salvador y Buen Pastor, contribuyendo a edificar el Reino de Dios.
Se trata de un tiempo especial, de un tiempo de gracia en nuestra Iglesia particular. Ya en las primeras comunidades se daba esta práctica; prueba de ello lo encontramos en el llamado “Concilio de Jerusalén”, en el libro de los Hechos de los Apóstoles.
Evidentemente, con el paso del tiempo esta experiencia fue adoptando formas diferentes, de acuerdo a las realidades históricas y eclesiales, pero siempre con un mismo objetivo: entregar un aporte singular, responsable y activo a todo el Cuaderno Ipueblo de Dios.
En Padrón, el Sínodo, YA es una realidad. Luego de unas primeras reuniones con el párroco, los grupos sinodales han comenzado a reunirse para debatir, trabajar y reflexionar el "Cuaderno I" sobre "La identidad cristiana y la transmisión de la fe".
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