La revolución de las guitarras

Publicado por La Palabra es brisa suave El 12 septiembre 2012 1 comentarios
Por su aspecto, nadie diría que es un chaval. Sin embargo, cuando se aferra a la guitarra, su frecuente bigote y su pelo rizo se rebelan contra lo establecido como un joven en avanzada pubertad. En plena movida madrileña, Migueli se vio imbuido en una experiencia fuerte de fe, en la comunidad Pueblo de Dios (Huelva), donde supo aprender y compartir los dones, en particular los musicales, con que Dios le bendecía. Su origen sevillano acelera en él las palabras, que se estorban al salir de la boca, por entre la ranura estrecha de una sonrisa permanente. Aunque pierde el acento andaluz cuando le canta a los desfavorecidos, tema frecuente de su espiritualidad, desparramada entre mil partituras. Expresivo y gestual, ama el compromiso y está convencido de la revolución que el Evangelio ha supuesto para el mundo. La pasada edición de Urca, contó con su música y su ánimo.  

EL RETRATO
“Vivo esto (la música) como un servicio. A la vez como un privilegio. Como un espíritu de nueva humanidad, no sé muy bien cómo llamarlo”.
“Cuando no canto, doy cursos y preparo cosas nuevas. Organizo las giras, los encuentros, etc. Compongo y grabo, porque se trata de procesos largos, todos ellos. Intento, además, vivir mucho la familia y los amigos. Eso es difícil para alguien como yo, que paso media vida en la carretera. Aprovecho cada momento con todas mis fuerzas.”
“Somos cinco hermanos. Formo parte de una comunidad muy grande, por otra parte, que los siento mi familia. Tengo dos niños. Vivo en Madrid.”
“Mis hijas tienen 4 y 6 años. Cada vez que me marcho, sufren. A mí también me cuesta, pero le doy gracias a Dios por dedicarme a esto”.
 

DONANTE MUSICAL
“La última vez que estuve en Galicia fue en la Pascua Xoven de Vilagarcía. Llevo dentro una especie de “imperativo espiritual”: la gente llama y uno desea seguir sirviendo con el tema de la música, por lo que supone como lenguaje, ánimo para la gente, vehículo para decir cosas nuevas o factor de unidad entre nosotros. Lo llevo con responsabilidad hasta que Dios quiera”.
“Considero la música como un don absoluto. Un regalo. Un vehículo único de transmisión, de encuentro, capaz de compartir emociones. Llega a todo el mundo. Por eso considero que hay que disfrutarla mucho, darle gracias a Dios cada día porque nos hace sentir en este mundo. A la vez, he de vivirlo con mucha responsabilidad, porque me he metido en un ámbito que supone una herramienta fuerte para ser buena noticia y decirnos cosas, animarnos en el camino y compartir. En mis oraciones doy gracias a diario por el don de la música. Lo vivo como espontáneo; me sobrecoge por la fuerza que tiene y lo emocionante que es.”


ÚLTIMOS TRABAJOS
“Acabo de sacar un disco en torno al tema de la salud, otro para los niños,… cada cosa en su ambiente, ha tenido mucha repercusión y, de momento, se ve que funciona.”
 “Sin darme cuenta, he sacado el disco de niños. Siempre he tenido buena mano con los niños, pero esto me ha supuesto involucrarme hasta donde nunca imaginé. Respecto al mundo de la salud, he visitado hospitales, equipos de médicos, etc. Ahora, por ejemplo, vengo de Houston, del Texas Medical Center, el hospital más grande del mundo, donde se atiende a los famosos que acuden enfermos de cáncer. Allí he tenido unas sesiones con los enfermos de la sección de cuidados paliativos, y me han dicho que la música que he sacado les aporta muchísimo. Por eso veo que se abren puertas nuevas y que mi labor aún no se ha agotado. Dios abre ventanas nuevas por las que llega una nueva luz. Y te lía.
 

DEJÁNDOSE SORPRENDER
“Llevo 20 años dando vueltas por el mundo. Dios me pide ahora ser fiel a sus ofertas. Quiero que los chavales sepan que yo nunca he decidido en mi vida lo que iba a hacer. Por ejemplo: “voy a cantar para Dios y me voy a recorrer el mundo”. Eso no ha sido cosa mía. Lo que sí decidía fue: “voy a ayudar a la gente que lo pasa mal”. A los 17 años me fui a una comunidad “Pueblo de Dios”, después estuve viviendo varios años entregado para las cárceles y luego más cosas. De ahí ha salido la música. “Qué escándalo” fue mi bombazo musical.”
“Mucha gente me dice que estoy de avanzadilla, o abriendo caminos nuevos. Mi lenguaje ha sido el de calle, comprensible; y la gente se siente identificada. La etapa en la que estoy, me ha llevado a tocar ahora el mundo del dolor y la enfermedad; a acompañar el final de la vida, llenándolo de un lenguaje que la gente entiende. Quisiera ser fiel a eso y seguir en búsqueda. Se trata de temas fuertes, que te dejan flipando.”

FRENTE A LOS CANTOS DE SIRENAS
“La música es buena toda ella. Quienes la tocan, hacen un bien a la humanidad. En mi caso, compromiso e ilusión llegan por la parte más espiritual. En algún momento de estos 20 años de dedicación, se me han acercado montones de oficinas de mánagers, discográficas, etc. Pero se han asustado un poco a causa de mi identidad cristiana. Uno me decía: “Migueli, si es que lo tuyo es perfecto, sólo hay que quitarle un poquito de luz y ponerle algo más de comercial…”. Se entendía perfectamente. Pero yo no puedo renunciar.”


 
 

1 comentarios por La revolución de las guitarras

  1. escribió:

    Anónimo Migueli es un Ángel, y agradecemos todos que siga optando por la única Verdad...lleva Luz y Amor a todos los rincones...a eso se le llama Apóstol. un fuerte abrazo a Migueli y a sus 'ecos'