. . Para esto murió y resucitó Cristo: para ser Señor de vivos y muertos. Pero, no obstante, Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. Los muertos, por tanto, que tienen como Señor al que volvió a la vida, ya no están muertos, sino que viven, y la vida los penetra hasta tal punto que viven sin temer ya a la muerte.
."Juan José, nos has precedido al encuentro con el Amor de Dios"
.
0 comentarios por 'Revistióme mi Dios de incorruptible'
Publicar un comentario