"Sin embargo, todo eso que para mí era ganancia,
lo consideré perdida a causa de Cristo. Más aún:
todo lo considero pérdida comparado con la excelencia
del conocimiento de Cristo Jesús, me Señor". (Flp 3, 7- 8a)
«Caminar en el Espíritu - La Comunidad»
Hoy, 1 de Junio, a las 20,30 horas y todos los lunes a la misma hora,
nos reunimos el Grupo de Oración de la Renovación Carismática Católica "Veni Creátor"
en la Residencia Universitaria de las Benedictinas (Antealtares 23).
Siempre reunidos por la Gracia y Misericordia de Dios.
Te pedimos, Espíritu Creador, que visites nuestros corazones, que nos llenes de tu Gracia.
A Él, que es el Don de Dios Altísimo,
que sea fuente continua de Agua Viva en nosotros, fuego, caridad y espiritual unción.
Que sea Él quien derrame sobre nosotros sus dones y carismas;
Tú, dedo de la diestra del Padre; Tú, fiel promesa del Padre;
pon, tu inspiración en nuestro corazón y en nuestras palabras.
Pon tu Luz en nuestros sentidos; derrama tu amor en nuestros corazones;
sé nuestro auxilio, sé nuestra fortaleza en la debilidad del alma y del cuerpo.
Aleja de nosotros al enemigo, pon tu paz en nuestros corazones,
sé nuestro camino y nuestro guía, evita todo mal en nosotros.
Por ti conozcamos al Padre; al Hijo revélanos también; creamos en ti, su Espíritu.
En ti, damos Gloria a la Trinidad; al Padre de todo, al Hijo que resucitó
y nos resucita cada día, y a Ti, nuestro Espíritu Consolador,
por los siglos de los siglos. Amén.
lo consideré perdida a causa de Cristo. Más aún:
todo lo considero pérdida comparado con la excelencia
del conocimiento de Cristo Jesús, me Señor". (Flp 3, 7- 8a)
«Caminar en el Espíritu - La Comunidad»
LA RIQUEZA ESTÁ EN JESÚS
El puede transformar la pobreza de mis sentimientos en algo verdaderamente salvífico, que llegue a nuestros corazones.
La verdad es que la perfección está en nosotros. Y es muy importante captar esto como conclusión de este Seminario. En esta séptima semana que abordamos hoy, tenemos que hablar de "caminar en el Espíritu". Y para empezar este camino tenemos que tener claro que la perfección, la santidad, no está ni puede estar en nosotros. Y si has intentado muchas veces en la vida tender o caminar, en ocasiones con mucho esfuerzo, hacia una perfección que la ubicabas en ti, has perdido el tiempo. La perfección sólo está en Jesucristo. Él es el tersoro, Él es el cofre donde se encierran todas nuestras virtudes. Lo importante es descubrir a este Cristo que ha sido constituido para nosotros sabiduría, justicia, santificación, y redención (1 Cor 1, 30).
El puede transformar la pobreza de mis sentimientos en algo verdaderamente salvífico, que llegue a nuestros corazones.
La verdad es que la perfección está en nosotros. Y es muy importante captar esto como conclusión de este Seminario. En esta séptima semana que abordamos hoy, tenemos que hablar de "caminar en el Espíritu". Y para empezar este camino tenemos que tener claro que la perfección, la santidad, no está ni puede estar en nosotros. Y si has intentado muchas veces en la vida tender o caminar, en ocasiones con mucho esfuerzo, hacia una perfección que la ubicabas en ti, has perdido el tiempo. La perfección sólo está en Jesucristo. Él es el tersoro, Él es el cofre donde se encierran todas nuestras virtudes. Lo importante es descubrir a este Cristo que ha sido constituido para nosotros sabiduría, justicia, santificación, y redención (1 Cor 1, 30).
nos reunimos el Grupo de Oración de la Renovación Carismática Católica "Veni Creátor"
en la Residencia Universitaria de las Benedictinas (Antealtares 23).
Te pedimos, Espíritu Creador, que visites nuestros corazones, que nos llenes de tu Gracia.
A Él, que es el Don de Dios Altísimo,
que sea fuente continua de Agua Viva en nosotros, fuego, caridad y espiritual unción.
Que sea Él quien derrame sobre nosotros sus dones y carismas;
Tú, dedo de la diestra del Padre; Tú, fiel promesa del Padre;
pon, tu inspiración en nuestro corazón y en nuestras palabras.
Pon tu Luz en nuestros sentidos; derrama tu amor en nuestros corazones;
sé nuestro auxilio, sé nuestra fortaleza en la debilidad del alma y del cuerpo.
Aleja de nosotros al enemigo, pon tu paz en nuestros corazones,
sé nuestro camino y nuestro guía, evita todo mal en nosotros.
Por ti conozcamos al Padre; al Hijo revélanos también; creamos en ti, su Espíritu.
En ti, damos Gloria a la Trinidad; al Padre de todo, al Hijo que resucitó
y nos resucita cada día, y a Ti, nuestro Espíritu Consolador,
por los siglos de los siglos. Amén.
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